Millón de Monos

Weblog de Manuel Aristarán

Bahía Blanca

La ciudad donde nací y viví hasta los 23 años tiene mala fama. Los artistas en la Capital la juzgan yeta, la nombran por sus iniciales (B.B.) y se tocan las partes. La leyenda urbana habla de un teatro incendiado en los años veinte. No me consta.

La gran presencia militar en la ciudad, con una base por cada fuerza armada, hizo de Bahía Blanca una protagonista importante del proceso militar en Argentina. Otra contribución a la mala prensa.

Pero la peor prensa para la ciudad es su diario: La Nueva Provincia. Desde ahí, Vicente Massot, uno de los más notables reivindicadores del proceso y representante de la derecha más reaccionaria, impone la línea pero no la firma. Vayan como ejemplo algunas citas de la editorial de hoy, acerca de la muerte de Pinochet:

[…] el Chile tomado hoy como ejemplo en el mundo entero fue fundado por el régimen militar y, bueno es decirlo, aunque contradiga un sinfín de lugares comunes, continuado sin demasiados cambios por la coalición de centroizquierda que lo sucedió.

Pero Pinochet le ha dejado a Chile otro triunfo de singular magnitud: el obtenido a expensas de las banderías comunistas. La forma expeditiva, contundente, sin medias tintas, con que puso fin al mayor intento de convertir a un país sudamericano en un enclave marxista merece respeto.

(El énfasis en la segunda cita es mío)

La Nueva Provincia, cabeza del único conglomerado mediático de Bahía Blanca, está a sus anchas en estos días de nuevos desaparecidos, censura e idiotez generalizada.